domingo, 6 de abril de 2008

Las olas de la reserva de carga bañan los puertos del Mercosur

La semana próxima, en Mendoza, tendrá lugar una reunión del Subgrupo de Transporte del Mercosur.

Allí se entonará la intención de las líneas marítimas argentinas de tener una reserva de carga para embarques con destino final a los puertos de los países miembros del Mercosur o que tengan a éstos como punto de trasbordo a mercados extracomunitarios.

Si esto se lograra, sólo buques con bandera de alguno de los socios del bloque podrán realizar estos recorridos.

Este tema se debate hace tiempo como parte del Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo del Mercosur, dentro del Subgrupo de Transporte N° 5, que considera la posibilidad de limitar el servicio de transporte marítimo a armadores autorizados.

La reserva de cargas tiene su historia en la Argentina. Fuentes consultadas señalaron que el problema que tenía era de corte discrecional: los armadores cobraban lo que querían por un servicio que brindaban como les gustaba.

Si no estaba conforme, la carga no tenía más opción que tramitar un certificado para sortear la "bandera nacional" que justificara debidamente el pedido, aduciendo la ausencia del servicio requerido o su ineptitud.

Este trámite, generalmente, era de un tenor burdamente informal y oneroso.

Se dice que Brasil apoyaría la medida, con las generosas excepciones que sólo Brasil puede negociar. Y que Uruguay se opondría.

La industria naval argentina, su bandera y los astilleros necesarios para recuperarla vuelven a escena, con la restricción de la competencia. La entelequia de la competitividad.

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